Ahora que tan de moda están las certificaciones de eficiencia energética tanto en inmuebles, electrodomésticos y hasta neumáticos de coche, nos preguntamos. ¿Por qué el neumático de moto no ha sido incluido dentro  de este marco de control? Seguramente porque lo que prevalece a la hora de elegir un neumático de moto es la seguridad del piloto sin importar si la motocicleta consume más o menos. Sin pensar en el precio, vamos a ver una serie de características del neumático a tener en cuenta cuando vayamos a elegir uno nuevo.

Adherencia: Es importante que la tracción del neumático sea óptima, cuanto más se adhiera tanto en tracción, en frenada o en tumbada más segura será la motocicleta y menores serán las probabilidades de sufrir un accidente. No olvides que en la motocicleta eres vulnerable y que no vale la pena ahorrar si pones en peligro tu vida.

Además de la dureza de los compuestos del neumático, la amplitud de la banda de rodadura del neumático hace que este sea  más o menos adherente. Cuanto mayor sea, más neumático estará en contacto con la carretera y por lo tanto mejor será el agarre, aunque esto implique consecuentemente un mayor consumo de gasolina. El “talón” del neumático es el que lo mantiene adherido a la llanta y así se evitan también deslizamientos. Estas dos partes del neumático las une el flanco, cuya inclinación, altura y diseño inciden directamente en el comportamiento del mismo.

Duración: No es agradable tener que pasar por el taller muy a menudo, a veces una compra de un neumático barato sale cara, pues se han de cambiar con mayor frecuencia y el coste acaba siendo más elevado. Los elementos que influyen en la duración de un neumático de moto, sobre todo en los traseros y de gran potencia son el estilo de conducción, peso de la moto, si viajas solo o con otra persona sobre la misma. Aunque sea paradójico, un mayor peso de la moto conlleva una mayor duración del neumático que se agarra con más fuerza al asfalto. El acompañante ayuda a proteger el neumático.

Resistencia: un buen neumático debe estar preparado para diferentes condiciones meteorológicas y condiciones medioambientales. Sol, lluvia, viento, frío… provocan la degradación anticipada de los componentes.

Una buena marca no es necesariamente un sinónimo de buen neumático y por eso teniendo en cuenta estos factores podrás tomar una mejor decisión dejando en un punto más neutral a la marca.